JUANITO


            Juanito, pequeño y larguirucho, es hijo de Alberto y Juana. Alberto es un hombre delgado pero con nervios de acero, toda su vida ha trabajado en la mar, nació en Isla Cristina, también de padre pescador. En la temporada del atún, bajaba a Sancti-Petri a trabajar en la almadraba, donde conoció a Juana, una joven morena, ojos verdes, con un rizo que le caía constantemente por la frente, rizo que llamó la atención de Alberto el primer día que llegó a Sancti-Petri. Juana era una chica menuda, pero muy vivaracha, también trabajaba en Sancti-Petri, en la industria conservera.

            Juana había nacido en el poblado, hija de Juan, hombre tosco y rudo, la cara curtida por el sol y la sal, reflejaba la dureza del trabajo en la mar. Juan también era pescador, en sus ratos libres se iba con su hija a mariscar un poco de coquinas a las marismas, calaba las redes y con la pesca del día se iba con su vieja bicicleta al mercado de Chiclana,  donde sacaba algunas perrillas para sus gastos.

            Alberto tardó mucho en decidirse en pedirle la mano de Juana a su padre, pues el carácter de Juan era un poco extraño, no solía hablar mucho y siempre estaba enfadado. La ceremonia se celebró en la Iglesia de La Soledad en Chiclana y posteriormente la comitiva se trasladó a San Fernando para hacerse la foto de rigor, que plasmara este evento. Fotografía QUIJANO fue el lugar escogido por ellos, pues en este estudio fotográfico regalaban una ampliación de 32x20, foto que en la actualidad, decora la pared del salón de Alberto y Juana.

            Del matrimonio nació Juan Alberto, un niño que, de pequeño, se veía que sería flacucho, pues sólo pesaba 2,100 kg al nacer. Siguiendo la tradición, los niños primogénitos debían llamarse como el padre y las niñas como la madre. Pero el caso de Juan Alberto fue distinto, porque dos días antes de nacer, Juan, su abuelo, el padre de Juana falleció, según decían las gentes del pueblo: murió de un “doló”. En su recuerdo, se antepuso al nombre de su padre el de su abuelo, de ahí que se llamara Juan Alberto. De todos modos, y, debido a su cuerpo pequeño, siempre se le llamó JUANITO.