En la vida de la mar existen leyes, digamos oficiales. Una de las asignaturas de Náutica es Derecho Marítimo, pero en la convivencia diaria del barco se pone en práctica una especie de código ético para el trato entre los tripulantes, que solo está escrito en el "diario de a bordo", (libreta donde se anota todo lo ocurrido cada día). Es lógico si tenemos en cuenta que en un espacio bastante reducido tenemos que pasar muchas horas, días o meses, unas cuantas personas cada una de su padre y su madre, con caracteres distintos y distintos puntos de vista, a veces con la tensión de una borrasca, otras parados en una calma chicha. Si el respeto es fundamental para el trato entre semejantes, imprescindible es en un barco. Suele darse una situación anímica entre los tripulantes de navegaciones largas, que llamamos "mamparismo", por los mamparos que equivalen a los tabiques. Dicen los psicólogos que es un desorden emocional que rompe en cualquier comportamiento extraño. Se cura tomándoselo con filosofía marinera. ¿Qué es eso?: hacerle poco o ningún caso. Si el "enfermo" insiste se pasa al
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